26.12.12

Sin palabras


"El silencio no tiene límites, los límites los pone la palabra" Marcel Marceau, conocido mimo francés de fama mundial. 



El silencio es una de las armas más poderosas de que disponemos, aunque por desgracia la disparemos en tan contadas ocasiones. De posibilidades infinitas, es capaz de tocar a la gente más profundamente de lo que lo haría cualquier vocablo. Posee además la facultad de estar completamente abierto a lo que la persona desee pensar y sentir. Así, nos topamos con silencios que besan. Hay otros que matan, que comprenden, que comparten, que acarician... cada uno es especial y distinto.

Con esto no pretendo ni mucho menos menospreciar la palabra, a la que se lo debemos todo. Gracias a ella somos capaces de comunicarnos y especialmente de pensar. Mas sólo querría poner de manifiesto que la palabra es muy explícita y todo lo expresa, todo lo dice, lo limita. En parte, dota a las personas con las que interactuamos y a sus comentarios de cierta monotonía y los vuelve predecibles.

Por el contrario, en el silencio nosotros aportamos nuestra propia pincelada, nos convertimos en arquitectos de la realidad que nos acontece. De esta forma, permite que la imaginación cree parte de nuestro mundo, que oiga lo que quiera oír, que vea lo que quiera ver, que sienta lo que quiera sentir. No existen límites más que los que tu propia mente decida establecer. Las posibilidades se vuelven infinitas.

Por tanto, con más silencio y menos palabra nuestro entorno y los que nos rodean se asemejarían más a lo que anhelamos que sean y menos a lo que realmente son, transformándose todo en un juego en el que nosotros mismos seríamos los responsables de fijar las reglas.

Socialícense, conozcan, dialoguen todo lo que puedan. Pero de vez en cuando embriáguense de silencio junto a sus amigos, su pareja, su familia o alguien a quien acaben de conocer. Ayúdense del lenguaje no verbal y con tan solo una mirada, una sonrisa o una caricia, exprésense mutuamente apoyo, amistad, deseo... hagan el amor o lo que a ustedes les sugiera, sólo traten de disfrutar del maravilloso viaje.

Me despido transmitiéndoles que me encantaría que me dieran su opinión sobre lo que se expone en este artículo, aunque si finalmente deciden guardar silencio, dará comienzo el juego en el que seré yo el encargado de generar sus opiniones, de poner palabras a sus enmudecidos comentarios.

7 comentarios:

  1. "Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras"
    No es mía....jeje
    me ha gustado mucho Javi!! escribes muy bien! :)

    PD: Shakespeare

    Nuria

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  2. El silencio es un arma de doble filo, sin embargo, ya que mimetiza al que lo usa por todos los atributos que mencionas con el que calla porque no tiene nada que decir. Normalmente es sencillo diferenciar a los 2 individuos anteriores, pero conviene estar atento a las imposturas...

    Kev.

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  3. Que reflexión tan simple y compleja a la vez. Me costo tiempo y alguna que otra relación, aprender a amar esos silencios que todo te dicen, que te dan paz, cariño, pasión,... y a aprender de esos otros que te agobian y te van matando lentamente.
    Los sentimientos que se trasmiten con ellos son mas intensos. Llenan emociones que con palabras seria muy complicado definir.

    Me ha gustado mucho tu entrada de hoy, porque me ha hecho pensar en los grandes silencios que han ocupado mi vida, y con ello no me refiero a esos que son incomodos, sino a esos otros que me han hecho sentir...vivir y morir.

    Ya que compartes muchas cosas conmigo, te diré que la primera vez que me di cuenta que estaba disfrutando de un silencio maravilloso, iba en el coche con mi pareja, y no me sentía incómoda, ( que habría sido lo normal), me sentí querida, protegida, encantada. Y el que mas daño me hizo, fueron todos los que pasé en el hospital, frente a mi madre enferma, sin saber que hacer ni que decir, para que se quedara conmigo.
    Esto es muy mío, pero sino lo comparto, no sabrás todo lo que me has movido.

    Pd: Gracias

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Muchas gracias por vuestros comentarios, opiniones y muy especialmente vivencias personales. De esto en definitiva es de lo que se trata el blog, de enriquecernos unos a otros.

    PD: Muy apropiado el comentario en blanco también

    Felices fiestas para todos!!

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  5. Anónimo4/1/13, 2:22

    Lo cierto es que HOY, el silencio de mi habitación, siento que me aplasta... en ocasiones siento hasta que puedo oirlo... Soy consciente de que hago referencia a otro tipo de silencio del que trata el autor... Más bien, puede ser mejor entendido como una ausencia de ruido en mi entorno...

    Al menos en mi vida propia, he comprobado, que un silencio prolongado en un momento desacertado, puede ser el ingrediente que faltaba para que, inquietudes (muchas), preocupaciones, planes, amigos...pueda sentirlos como saltamontes en mi cabeza...

    Son muy numerosos los momentos de silencio con los que he contado en mi vida... si bien es cierto, que la gran mayoria ha sido en la naturaleza donde he logrado conseguir disfrutarlos... ahí puede que sea yo ese "Arquitecto"... que descoloca y ordena mi propia mente... me ayudo a conocerme mejor, a repasar mis vivencias, a buscar buenas soluciones...a intentar encontrar mi propio remedio...! como lo hacemos todos, supongo...

    Ciervo.

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