12.3.13

Gracias por tu Presencia

Hey tú! sí tú, estoy hablando contigo. Abandona aquello que estés haciendo y préstame atención, es importante. Detén esa idea que trata de llevarse la música de tus neuronas a otra parte, y no te muevas de aquí. 
Observa esta maraña de letras, puntos y espacios que yace en el seno de tu pantalla, ya que este pequeño texto, como todos, no es más que eso. Es decisión tuya la de convertirte en el ventrílocuo de este muñeco de palabras sin pulso, sin voz, inanimado, y hacer que cobre vida. Elige ahora. 
Si has optado por continuar, haz que el muñeco despierte de su letargo y tienda un puente entre nosotros para que pueda llegar hasta ti y compartir estos minutos de intimidad. Solos tú y yo arropados por esta manta tejida en vocablos y sueños.   
Sigue ahí, no te levantes, voy a servirme una copa para celebrar la ocasión. Hacía mucho que no disfrutábamos de un rato a solas. Tal vez días, acaso semanas o probablemente meses, qué más da, disfrutemos de este momento en que nuestros cuerpos callan, pero en que nuestras almas se acercan y sutilmente se acarician.
Podría aburrirte y contarte por qué llegué tarde al trabajo esta mañana o a quién me encontré ayer a la salida del metro. Si embargo, todo eso no haría sino desviar nuestra atención y enturbiar lo que nos ocupa ahora mismo.




Hey tú! sí tú, estoy hablando contigo, otra vez. Ahora debo irme. Prosigamos nuestros caminos. Mas no te quepa ninguna duda de que quizá en medio de otro paisaje, o rodeado de otros amigos, pero pronto volveremos a vernos.
Me voy con los bolsillos llenos de ti. No importa lo lejos que te hallases, pues nunca te sentí más cerca.

Gracias por tu presencia.

Namasté

No hay comentarios:

Publicar un comentario