10.6.14

¿Ponencias o Dolencias?

Como sois malas personas y os gusta reíros de la gente, hoy voy a hablar de los distintos tipos de ponentes que puedes encontrar cuando acudes a un Acto o Jornada de conferencias. La verdad es que la originalidad es más bien poca y cuando la Jornada es algo aburrida pues da para estas cosas, para escribir gilipolleces sí, pero también para observar lo ridículo de los comportamientos humanos cuando nos enfrentamos al público. Y escribir gilipolleces. Enumero a continuación la fauna presente:

-          El moderador: persona seria, con bigote, traje clásico y desgastado, curtido en mil batallas, con ese traje hizo la comunión. Con tono serio y aburrido se limita a agradecer a los “ilustrados” ponentes sus “enriquecedoras” presentaciones. Aparentemente es una persona tranquila y hasta buena si le acaricias el lomo, pero ¡cuidado! si algo pone de muy mala ostia a un moderador es que no respetes el tiempo de presentación. Tras la Jornada, es encerrado en una jaula y nadie vuelve a verlo en un año. Típicos comentarios de moderador: “Es una alegría para todos el poder realizar un año más este ciclo de ponencias sobre…”

-          El ponente cerebrito: persona superdotada, no lo vamos a negar, pero gilipollas, tampoco se lo vamos a negar. Es joven, recién afeitado, con voz de persona de 40 años y lenguaje raro. Utiliza palabras rebuscadas en el diccionario a conciencia.  “Los procesos ulteriores confrontarán las vicisitudes del postergado dictamen”. Y todo el mundo asintiendo. También realiza comentarios que no sabes si se los inventa o te toma el pelo, como “Hoy traía preparada esta presentación pero voy a cambiar el discurso y voy a seguir la línea del anterior ponente”. Cree que todo el mundo le observa y le adora, si le aguantas la mirada durante más de dos segundos, desenfunda su tarjeta hacia tu cuello en un veloz movimiento y te dice “Hola, te ha gustado mi presentación ¿verdad?, si tienes algún problema please let me know, yo soy tu hombre”.

-          El ponente anécdotas: está de vuelta de todo. Pasa olímpicamente de su presentación y se limita a contar historietas y reírse a carcajadas ante un público que le escucha alucinando. Ha estado en países africanos que ya no existen o directamente se los inventa. Estuvo a punto de morir una decena de veces y  seguramente comente en la presentación alguna anécdota acerca de alguna de sus tres ex-mujeres. Es adicto a la cocaína. Le conocerás por comentarios como: “En 1992 estaba en Guinea Ecuatorial cuando un cocodrilo se comió el Proyecto de Construcción del Puerto y tuvimos que improvisar en la obra”. Tiene orden de busca y captura en media docena de países con dictaduras africanas porque a él nadie le dice lo que tiene que hacer. 

-          El ponente pelota: no tiene ni puta idea de que va el tema y emplea toda la ponencia en elogios y palabrería. Comienza con un: “En primer lugar quería agradecer a la Asociación, al Rector y al Subsecretario del Ministerio por darme la oportunidad de participar en este evento, que se ha convertido en un referente de obligada asistencia y que cuenta además con tantas personalidades a las que admiro y respeto profundamente”. Continua con un “Cuando me llamaron para dar una ponencia en este congreso… ” y cuenta una anécdota de mierda. También dice frases del tipo “Bufff, después de la brillante presentación que acaba de realizar el anterior ponente, no se si debería contar lo que traía preparado JE JE JE”.   

-          El ponente espeluznado: tiene barba de 12 días, se le cae la corbata y lleva camisa blanca arrugada con un bolsillo superior lleno de bolis y un subrayador fosforito. Está delgado enfermizo, se le notan las costillas y tiene color blanco luz de flexo. Mientras el resto de ponentes interviene, él mira al infinito empanado y con cara de pena. Te da un par de sustos porque piensas que ha muerto, pero al final lanza un suspiro al techo. No le suelen funcionar las diapositivas o el micrófono… algo le falla fijo e incrementa su pena. La explicación de todo es que un gran amigo y compañero de la universidad le robó una tesis doctoral con la que luego se hizo millonario.

-          El ponente flipao: su presentación ya te avisa, “A continuación es un placer y un orgullo para nosotros presentar al siguiente ponente. Estudió en la Universidad de Cambridge, es doctorado por la Universidad de Georgetown, presidente de honor e investigador de las conexiones neuronales aplicadas a turbinas de aviones por la Universidad de Harvard, inventó el fuego bajo el mar, preside 46 grandes  empresas europeas, esperen ahora 47… Le conocerás por frases como “Buenas tardes, perdonen pero vengo de Canadá de firmar un acuerdo de 450 M€ y no me ha dado tiempo a preparar nada en el avión, pero vamos a ver qué podemos hacer” o “Quizá soy muy técnico en mi presentación, si es así por favor me paráis, me lo hacéis saber y coméis la polla un rato”.

-          El ponente brasas: persona que va hacer daño a los Congresos. En vez del suicidio eligió como venganza dar conferencias aburridas a lo largo del mundo. Sus diapositivas son a letra arial tamaño 7 y en blanco y negro, suelen ser fotocopias de un libro de un científico ruso que sí tuvo huevos y se suicidó. Suelen reservarle su presentación antes del café o comida para incrementar el sufrimiento. Nadie puede echarle, ni siquiera el moderador. Nadie sabe quién le invita. Durante meses cuenta la leyenda que se siguen oyendo sus aburridos comentarios y en la noche entre fogonazos de luz aparecen sus diapositivas proyectadas en las paredes.



1 comentario:

  1. Muy ingenioso Héctor como siempre. La verdad es que hay algunas ponencias en las que lo mejor que puede hacer uno es precisamente escribir esto ;-)

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